Niño Oposicionista (diagnóstico y tratamiento)
¿Cómo se diagnostica el trastorno de conducta oposicionista?
Un psiquiatra infantil o un profesional de la salud mental capacitado es el quien normalmente realiza el diagnóstico. Los padres que advierten síntomas del trastorno en su hijo pueden ayudarlo procurando una evaluación y posteriormente un tratamiento y manejo adecuado; esta es una decisión clave para prevenir la aparición e incidencia de problemas en el futuro.
Tratamiento para el trastorno de conducta oposicionista:
Manejo en casa: manejo conductual
1.- Papá y mamá se capacitan para ofrecer manejo y respuestas semejantes
2.- Se recomiendan refuerzos positivos inmediatos ante conductas positivas y adecuadas
3.- Manejar consistentemente consecuencias inmediatas y proporcionales a lo sucedido y tener pendientes los cuatro no:
- NO a lo que le haga daño a si mismo
- NO al daño a los demás
- NO al daño a la propiedad ajena
- NO al daño al ambiente
Si se presentan acciones relacionadas con los cuatro NO´s, el manejo debe ser reprimir y limitar la conducta a través de una imposición clara y específica del adulto, sin discutir, argumentar, ni gritar.
4.- Es importante dirigir la atención solamente a una conducta específica a la vez.
5.- Anticipar al niño para que conozca que se espera de él, específicamente antes de alguna actividad determinada
6.- Prevenir riesgos de cansancio, hambre o sed en el niño que promuevan un mal comportamiento.
7.- Los padres, tienen una tarea ardua y difícil, se les recomienda una asesoría cercana y continua, hasta que desarrollen habilidades de manejo
8.- Es importante que las demás figuras de autoridad que no son los padres, (abuelos, tíos, maestros, cuidadores) estén informados de esta capacitación, respeten y colaboren con el manejo conductual del niño
9.- Cuidar muy de cerca la alimentación del niño, ya que requiere calidad en proteína, grasa y carbohidratos
10.- Es indispensable un trabajo colaborativo con la escuela, con el fin de apoyar el crecimiento armónico del niño.
Manejo profesional: enfoque cognitivo.
Terapia individual para el niño: con un enfoque cognitivo conductual a fin de aumentar su capacidad para resolver problemas y un buen desarrollo en habilidades como: comunicación, control del enojo y del impulso entre otros.
Asesoría familiar: los padres, son quienes necesitan apoyo, comprensión y ayuda para desarrollar enfoques más eficaces para la educación de su hijo.
Terapia grupal con pares (para niños) que priorice el desarrollo de las habilidades sociales e interpersonales, que le ayuden a convivir adecuadamente en su entorno familiar y social.